10 octubre 2008

Y no importa...

Te llamas Vicky, Luisa, Aura, Rosa, y no importa... Puedo decirte esta mañana que te amo con igual nerviosismo con que se dice "me estoy poniendo triste", y no importa...
Puedo pensar que esa taza de café delante de tí, junto a tus manos, es un oscuro pozo donde empiezas a hundirte desde las ocho menos cuarto, víctima de toda una vida nómada, desolada, tonta, y eso no importa...
Puedo decirme: "esta muchacha se secará los labios con una servilleta, tomará su cartera, y saldrá con los ojos nublados a la calle..." y esto tampoco importa.
Tampoco importa el recuerdo de un viaje a Nueva York, con botas en la nieve y un triste intento del amor en casa de unos primos... Son cosas que no tienen importancia.
Tal vez pudiera ser importante el vaso de agua a las diez de la noche y la pastilla para el sueño, la dulce intención con que te miro en este instante en que toda la ciudad es un amplio recinto donde la brisa pasa entre los árboles, y caen las hojas sobre las estatuas, y se tiene aún la oportunidad de estar triste, de sentirse un poco abandonado, y de llamarse Antonio, Carlos, Pedro, Mario... Pero esto, seguramente, no tendrá importancia alguna mientras sea mucha la gente que, al igual que nosotros, se pone un suéter y cuenta las monedas dentro del taxi y se queda en una esquina de esas donde alguna vez alguien nos ha dicho que nos deja de amar desde ese instante...
Yo puedo acercarme a tí, hablarte de un filme en que Patricia Gozzi parece una muñeca trágica, invitarte a ver el crepúsculo detrás de los edificios del Centro de los Héroes... Tú me dirás tu nombre absurdamente, como quien ofrece su mano se declara culpable. Pero eso no tendría ninguna importancia, no cambiaría nada, todo seguiría igual, tristemente igual, desoladoramente igual, el mismo pesado sueño entre los ojos, el mismo corazón lleno de niebla, la misma cabellera penosamente recogida, la misma niña que fue al colegio en un autobús amarillo, el mismo edificio gris con ventanas de cristal, la misma mano perfumada extrañamente, la misma mañana, la misma voz, esta misma forma de morir que tiene una muchacha llamada Vicky, Luisa, Aura, Rosa, ante una taza de café, víctima de toda una ciudad, de toda una vida nómada, terrible, tonta...
Pero que, al fin, son cosas sin ninguna importancia...

"El viento frío, René del Risco Bermúdez 1967"

03 octubre 2008

Smile away

El chico del centro comercial prepara un hot dog
Su cabeza tiene una bonita forma y su corazón es un ladrillo
Llevando tu pedido aparta la mirada
No tiene nada que decir...

... me sentiré bastante bien a partir de ahora
No estoy muy seguro de cuando ni cómo llegué aqui
el sol se funde en la fingida sonrisa distante
creo que tu sabes que estaré bien...



Have a nice weekend!!