Por lo general, las mujeres son más perceptivas que los hombres. Siempre saben cuándo alguien les está mintiendo. Así que uno tiene que ser congruente con su técnica y creer de veras en lo que dice. La otra opción es ser un gran actor.
Cualquiera que se preocupe por lo que una mujer piense de él está condenado al fracaso. Cualquiera al que una mujer sorprenda pensando en acostarse con ella —eso es, antes de que ella piense en acostarse con él— fracasará. Y la mayoría de los hombres pensamos en acostarnos con las chicas antes de que lo hagan ellas. No podemos evitarlo; somos así por naturaleza. Es una paradoja que nos golpea todos los días; por un lado, nuestro incontenible deseo de acostarnos con una chica y,por otro, la necesidad de protegernos de la humillación pública.
2 comentarios:
A ver poeta, hay que ser realista. Qué chica no sabe eso? Eso lo sabemos todas! Como tu dices, es cuestión de cromosoma...Cada uno con su naturaleza. Tb me he encontrado el caso curioso pero menos raro de lo que parece del "ya tengui" , es decir, aquél que pierde el deseo de acostarse con una chica en el momento que ella está dispuesta.
Cómo así?
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