El viajante

Compro el billete. Salgo al andén a esperar que mi tren haga su llegada. Cuando eso ocurre, subo, dejo mis bartulos y me acomodo. Tu estás ahi y acepto viajar contigo, a tu lado. No me lo esperaba, pero el viaje es hermoso a tu lado. Viajar con alguien siempre es más placentero que hacerlo solo. En cada estación va subiendo más gente, otros bajan. Contemplamos paisajes, vemos pasar campos verdes, nubes blancas, como si fuesen ellos los que pasan y como si nosotros no nos moviésemos. Que bonito es ver pasar las cosas sin moverte. Es agradable, es una sensacion agradable. Lo curioso, en realidad, es que somos nosotros los que nos movemos.

Pasan minutos, horas, dias, semanas, meses. Cuando se viaja pierdes un poco la noción del tiempo y del espacio. Y me gustaría permanecer ahi, compartiendo ese viaje contigo sin que el tiempo pase. Sé que no tengo ganas de coger el billete para mirar mi destino, pero en alguna parada me tendré que bajar, eso lo tengo claro. Tal vez la casualidad haga que decidas bajarte en la misma parada que yo, o que por el contrario, sólamente haya sido un bonito y placentero viaje a tu lado.

Llegada a destino. Ahora, después del viaje, toca el merecido descanso del guerrero.

[Imagen: El Viajante , Oscar Ladrón de Guevara]