07 noviembre 2005

El Pan de Peter se endurece día a día


Somos peterpanes. Peterpan debería ser por definición un adjetivo calificativo. Porque creo firmemente que , unos más y otros menos, hemos deseado seguir siendo niños en muchos momentos. Niños a nuestra manera, claro. Tener sueños que pudiéramos cumplir algun día. Lo que pasa es que la maldita sociedad nos lo impide.

Llevaba días pensando en realizar este post, pero hoy me han rematado con el artículo de los 'mileuristas' de El Pais, aparecido el pasado domingo. Hay tanta verdad en esas palabras, aunque escalofriante :

"Los nacidos entre 1965 y 1980 ... disfrutaron de una niñez dorada, de unos padres abnegados y responsables y de un país moderno y optimista que navegaba viento del desarrollismo en popa. Sortearon dos crisis económicas (la del 74 y la del 92), pero nadie dudó por entonces de que esa generación, la más preparada de la historia de España, la más numerosa, la del baby boom, no fuera a vivir mejor que la precedente, que todas las precedentes."

"Lo peor es que no sé lo que va a pasar conmigo. Una familia como la de mis padres ya no es el objetivo, pero ¿cuál es el objetivo?".

"Ellos, y muchos otros, siguieron estudiando en un intento de sobresalir: un máster, un doctorado, más cursillos... y cada vez más años, más necesidades y más exigencias para un puesto de trabajo especializado y bien pagado que no aparece: un circulo vicioso que recuerda a los que trazan los ratones de laboratorio buscando desesperadamente inútiles salidas a laberintos trucados sin salida."

"Ya han tenido tiempo de darse cuenta de que el porvenir ya no se escribe más como en las viejas novelas, en las que el personaje empezaba mal, desde abajo, y terminaba bien, triunfando, arriba. El porvenir ya no va en línea recta. Por eso parece que dan vueltas, que deambulan continuamente, sin encontrar la salida". Como los ratoncitos de los laboratorios."
Tantos sueños, tantas ideas, tantos momentos, tantos intentos.... frustrados todos... Somos, como diría Ismael Serrano en una de sus canciones, esa generación perdida apuntalando la esquina.

Pero no, este no es un post pesimista. Lo que quiero decir es que hay que tener la cabeza bien alta, aunque en el fondo estemos decepcionados y hechos harina. Hay que animarse, aunque no podamos comprar un piso o tener unos hijos que ahora no podríamos mantener. No hemos de derrumbarnos ante situaciones límite, porque por desgracia las vamos a seguir viendo. No deanimarnos por no encontrar el amor de nuestra vida. Por no encontrar el trabajo que nos haga 'despegar'.

Apuesto por la vida, por la ilusión, por los amigos y por las cosas que nos llenan.

Mostrar una sonrisa para aquellos que la necesitan es muchas veces más importante que cualquier otra cosa para seguir adelante.

Sona: "Volia volar", Albert Fibla

1 comentario:

Anónimo dijo...

piterpanes mileuristas
mira, yo lo de piterpana lo asumo, lo acepto y hasta me regodeo en ello.
lo de mileurista ya no lo llevo tan bien, porque a veces va reñido con lo primero
soy piterpana hasta que veo el saldo de mi c/c.
mas o menos y no siempre.

bss schatz