Un suspiro

Hay que tener memoria para no repetir los errores y saber que la historia no se debe repetir...

"Que no haya mas despedidas, que no eres Ilsa Lazlo ni yo Rick Blaine,
ni soy tan idiota, no te dejaría ir con él.
El próximo avión que tomes conmigo lo tendrás que hacer,
y el camino de regreso yo te lo recordaré." (El camino de regreso, Ismael Serrano)


La niña de ojos tristes reposaba en el sofá de su casa.
El pijama de franela apenas le aportaba un diez por ciento del calor que necesitaba su cuerpo. Otro tanto se lo aportaba su gato, el fiel compañero que cada día la recibía a la vuelta del trabajo, y el resto su manta favorita. No era mucho, pero mejor eso que nada. Tenía una hermosa sonrisa pero se sentía vacía, a veces, y necesitaba el apoyo de una mano recubriendo su espalda, de un brazo rodeando sus hombros, de un regazo donde apoyar su cabecita mientras sus ojos llorosos contemplaban una vez más aquella escena: cada vez que veía a Rick e Ilsa despidiéndose en el aeropuerto se ponía melancólica. Era lo habitual. Ver Casablanca en la tele del salón se había convertido en una de sus costumbres habituales en los días de mal tiempo y de nostalgia gatuna.

De repente quise estar ahi, con ella. A mi los aeropuertos también me llenan de tristeza. Estan cargados por las penas de las despedidas que allí se acumulan, gente que marcha llevandose un rastro de vida tras de si. Como Humphrey Bogart en Casablanca me vi una vez despidiendo el avión en el que huía una mujer que no iba a volver. Malherido prometi no dejar marchar a más mujeres, una promesa perdida como tantas, como la de retirarme a tiempo, como la de no perder tu rastro, como la de sobrevivir a tu ausencia... Pero yo no soy duro y sentimental como Rick Blaine ni ella es tan dulce y maldita como Ilsa Lazlo, ni ella viste de azul, ni ellos de gris, asi que quiza sea otro el final de esta pelicula, quiza la niebla se disipe y deje ver el final del aeropuerto. Eso si, puede que este sea el comienzo de una hermosa amistad.




Dice la canción que popularizó la película Casablanca que en estos tiempos en que vivimos hay causas para la aprensión, la intranquilidad, que todo avanza rápidamente, pero que por mucho que el tiempo pase, el amor seguirá siendo hoy igual que ayer, y que un beso todavía es un beso, y un suspiro solamente eso, un suspiro.